Baja
visión
La baja visión impide a más de 2 millones de españoles desarrollarse autónomamente en su vida cotidiana. Los pacientes conservan una parte de la visión a potenciar y aprovechar para volver a realizar las actividades de la vida diaria de forma independiente.
Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la mácula, la parte central de la retina, y es la principal causa de pérdida de visión central en personas mayores de 60 años.
Maculopatía de Stargardt y otras maculopatías
La Maculopatía de Stargardt es una enfermedad hereditaria que causa pérdida progresiva de la visión central. Otras maculopatías incluyen la DMAE y las maculopatías diabéticas.
Retinosis pigmentaria
La Retinosis Pigmentaria, enfermedad genética que provoca la degeneración progresiva de las células retinales.
Retinopatía diabética
La Retinopatía Diabética es una complicación de la diabetes que afecta a la retina, el tejido sensible a la luz en el fondo del ojo. Esta enfermedad puede causar pérdida de visión y, en casos graves, ceguera.
Miopía magna
La miopía magna es una condición ocular grave que puede provocar una pérdida significativa de la visión. Se caracteriza por una elongación excesiva del globo ocular, que puede causar complicaciones como el desprendimiento de retina.
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que daña el nervio óptico a causa de un aumento de la presión intraocular. Puede provocar pérdida de visión y, de no tratarse, puede conducir a la ceguera. Es esencial realizar revisiones oculares regulares para detectarlo a tiempo.
Lesiones corneales
Las lesiones corneales son daños en la superficie de la córnea, que pueden ser causados por factores como traumatismos, infecciones o uso inadecuado de lentillas Estas lesiones pueden provocar dolor, fotofobia y sensación de cuerpo extraño.
Ayudas
ópticas
Servicios técnicos
de rehabilitación
Con los tratamientos y rehabilitaciones, se busca mejorar y potenciar la parte de la visión conservada.
Es conveniente tener una cuenta que nunca será una visión como antes de la patología; pero que podrá volver a realizar los trabajos habituales y la lectura, aunque a una velocidad inferior.
El uso de la visión y ayudas ópticas no empeora el estado de su enfermedad causante.
