Oftalmología
pediátrica
Ofrecemos una amplia gama de servicios especializados para el cuidado de tu salud visual. Nuestro equipo de expertos está comprometido a proporcionarte el mejor tratamiento posible utilizando las tecnologías más avanzadas y un enfoque personalizado para cada paciente.
Ojo rojo en la edad pediátrica
El ojo rojo es una patología muy prevalente en la edad pediátrica. Es importante realizar una buena historia clínica encaminada a descartar traumatismos o entrada de cuerpo extraño.
Una vez descartada la causa traumática, resulta útil preguntar si el ojo rojo se acompaña de secreción o dolor para establecer el diagnóstico correcto.
La conjuntivitis es la principal causa de ojo rojo en la infancia. Puede ser infecciosa (bacteriana o vírica) o no infecciosa (alérgica, tóxica, cicatricial, leñosa, etcétera).
Pero es importante descartar patologías mucho menos frecuentes, pero que requieren un tratamiento específico y pueden provocar una disminución permanente de la visión: queratitis herpética, úlcera corneal y uveítis anterior.
Retinoblastoma y móviles
El retinoblastoma es un cáncer ocular infantil que requiere detección precoz. No hay evidencia de que los móviles lo causen, pero es necesario limitar el uso de pantallas para la salud ocular.
Doctores
Enfermedades vitreorretinianas pediátricas
Las enfermedades vitreo-retinianas pediátricas son una patología poco frecuente y muy específica
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Conjuntivitis en el recién nacido
La conjuntivitis es la principal causa de ojo rojo en el niño. La conjuntivitis siempre necesita un apellido: bacteriana, vírica o alérgica, para tratarla mejor.
Habitualmente es un proceso autolimitado que sólo necesita tratamiento tópico (colirio o pomada) para su curación.
La excepción es la conjuntivitis que aparece antes del primer mes de vida, que precisa siempre de cultivo de las secreciones oculares, ya que puede ser un cuadro más grave al afectar a bebés y además, algunos de los microorganismos que la provocan necesitan tratarse de forma sistémica (pastillas o inyecciones) y no con gotas.
Hipermetropía pediátrica
Los ojos hipermétropes no enfocan bien los objetos cercanos, haciendo que se vea borroso de cerca a la edad adulta. La hipermetropía afecta a un 10% de la población adulta. Habitualmente, la hipermetropía está presente desde el nacimiento porque los ojos son pequeños. A medida que los ojos crecen y termina su desarrollo desaparece la hipermetropía.
Síntomas:
- Debido a la elasticidad de los ojos de los niños, existen casos en los que la hipermetropía puede pasar inadvertida en los reconocimientos escolares rutinarios. Los niños tienen una gran capacidad de acomodación y habitualmente no ven borroso a pesar de ser hipermétropes.
- Cuando la hipermetropía es moderada el exceso de acomodación puede provocar una desviación de los ojos hacia dentro (endotropía) o bien que presenten astenopía (dolores de cabeza por la tarde, ojos rojos cuando realizan un esfuerzo visual...).
Exploración:
- Agudeza visual a distancia y en visión cercana en los casos que sea posible.
- Examen de refracción para determinar la correcta graduación siempre mediante gotas que paralizan la acomodación (Colirio Ciclopléjico o Atropina). La hipermetropía se mide en dioptrías positivas.
- Valoración de los hombros que mueven los ojos.
- Examen con luz de hendidura para valorar las estructuras anteriores y posteriores del ojo si el paciente colabora.
Tratamiento:
Muchos niños con hipermetropía ven bien y muchas veces no se quejan. Se aconseja realizar una exploración oftalmológica completa a todos los niños entre tres y cuatro años para descartar una hipermetropía que necesite corrección óptica (gafas) antes de que empiecen a tener problemas con la lectura o desarrollen un estrabismo.
La hipermetropía fisiológica del niño no precisa corrección óptica salvo en los casos en que el niño presente astenopía o estrabismo. Cuando la hipermetropía es superior a la esperada por la edad del paciente se pueden recetar gafas aunque el paciente no presente síntomas.
Especialista que me puede tratar:
Neuroftalmología pediátrica
La neuroftalmología pediátrica estudia las alteraciones de la vía óptica en la edad pediátrica.
La neuroftalmología pediátrica estudia las alteraciones de la vía óptica en la edad pediátrica.
El ojo es el órgano que actúa de receptor del mundo exterior, pero es el cerebro el que interpreta lo que vemos. La vía óptica es la estructura que permite que la imagen captada por el ojo llegue al área visual del cerebro.
Los problemas neuroftalmológicos se presentan con pérdida de visión de uno o ambos ojos, dolor de cabeza o pueden ser asintácticos (no provocan ningún problema inicialmente) y detectarse en una exploración oftalmológica de rutina explorando el fondo de ojo.
Enfermedades y defectos visuales infantiles
El ojo del niño al nacer es similar al adulto en aspecto, pero funcionalmente es muy inmaduro. El desarrollo de la función visual es progresivo y se produce principalmente en sus primeros años de vida.
Defectos de refractación
HIPERMETROPÍA: El niño ve bien, pero para escribir y leer necesita realizar un gran esfuerzo. Puede quejarse de dolor de cabeza, tener los ojos rojos por las tardes o, simplemente, no realiza actividades que requieren enfocar de cerca.
MIOPÍA: El niño ve mal de lejos, por lo que se acerca mucho a las cosas (televisión, necesita estar en primera fila en clase...).
ASTIGMATISMO: El niño presenta una visión deformada y no llega a verse bien ni de cerca ni de lejos. Puede quejarse de ver mal o tener dolor de cabeza y ojos rojos.
Ambliopía - Ojo vago
ElAMBLIOPIA o "OJO GANDUL" es un problema que sólo ocurre en la edad infantil, puesto que su sistema visual es inmaduro. Sus causas principales son el estrabismo y los defectos de refracción no corregidos con gafas.
El niño parece ver bien, pero sólo lo hace con un ojo. Cuanto antes lo detectemos, más sencillo será solucionarlo.
El tratamiento de la ambliopía consiste en poner gafas en los casos necesarios y realizar oclusiones del ojo que más ve, para obligar a trabajar al otro ojo.
Estrabismo
ElESTRABISMO es una desviación anormal de uno o ambos ojos en alguna posición de la mirada. Los estrabismos intermitentes son frecuentes en niños menores de seis meses y no representan señal alguna de alarma. Sin embargo, los estrabismos constantes o intermitentes en niños mayores de seis meses deben revisarse.
Una terapia génica pionera en España evita que una niña de 12 años se quede ciega
Una terapia génica ha permitido que Noa, una niña de 12 años con sólo un 3% de visión, pueda leer y moverse con seguridad. Su distrofia hereditaria de la retina amenazaba con dejarla ciega, pero este tratamiento ha frenado el avance de la enfermedad. El Doctor Jaume Català destaca que este avance abre puertas a futuras terapias para otras distrofias de la retina.
